Eragon: a mí esto me suena de algo... : Mi microcosmos
Blogumulus by Roy Tanck and Amanda Fazani

Eragon: a mí esto me suena de algo...

Lo primero, una advertencia: ni he leído el libro ni he visto la película. El libro lo tengo en tareas pendientes, y la película no me llamó lo suficiente la atención. Pero tengo ganas de leerlo ya que, al margen de que su calidad literaria parece muy dudosa, lo que sí está claro es que la trilogía de Chistopher Paolini (llamada El Legado) ha levantado mucho frikismo, con su película en tiempo récord, su club de fans oficial, su videojuego y su wikia y todo.

Y hace poco me enviaron por email esta crítica que me hizo mucha gracia, así que aunque la peli lleva estrenada casi un año, aquí os la dejo para que os riais un rato. Otra advertencia: destripa totalmente la trama, así que si quereis leerlo/verla (aunque parece ser que no es muy recomendable) no leais la crítica que sigue al trailer. No es verdad, leedla, es simplemente buenísima!!!



Crítica de Eragón, o "A mí esto me suena de algo". Vamos a empezar diciendo cosas buenas. Los efectos especiales no están mal. A Sienna Guillory, como a Liv Tyler, le sientan bien las orejas élficas. Hay destellos de calidad en las interpretaciones de grandes como Jeremy Irons y Robert Carlyle (John Malkovich hace de loco, o sea, de él mismo)... Pero salvo ocasionales detalles de originalidad, la trama parece estar escrita superponiendo tópico tras tópico de otras novelas y películas épico-fantásticas.

Hace mucho, mucho tiempo en en reino Muy Muy Lejano de Shrek había una orden de caballeros Jedi que montaban en dragones. Y todo era paz y alegría de vivir en un mundo mágico de colores. Pero uno de esos jinetes-dragón cruzó a la acera que llevaba al Lado Oscuro de la Fuerza y mató a todos los demás (luego nos enteramos de que no a todos) y se convirtió en el malo-malísimo de la Tierra Media.
Ojo: todo esto nos lo cuenta una voz en off, no unas letras que van de abajo a arriba.

La historia en sí empieza con una elfa que huye (es rubia, así que no puede ser Arwen) mientras transporta a caballo (no en una nave diplomática) "algo" que le robaron al malo malísimo y que no sabemos lo que es, una joya o un arma de destrucción masiva, así que llamémoslo, de momento, silmaril. En una emboscada, la elfa se ve obligada a enviar al silmaril (que se parece a un caramelo gigante) lejos de ella, y como no tiene ningún androide a mano lo hace por medio de la magia (porque aquí lo elfos no sólo trepan de un salto a los olifantes, también hacen magia).

El silmaril acaba en manos de quien menos podría esperarse: un apacible habitante de una aldea del arce feliz y ajena a las convulsiones de la galaxia, que llamaremos Hobbiton. Un chavalillo de quince años que es granjero y vive con su primo y su tío (que, sorprendentemente, no se llama Owen). Eragón (así se llama el granjero, éste va a ser importante en la trama) encuentra el silmaril y lo cuida mucho, hasta que le da por eclosionar y oh, sorpresa! que no era un mentos gigante ni un silmaril ni una joya, que era un huevo de dragón.

El dragón es un cachorrito precioso y monísimo, todo-azul-o-sea que le hace una cicatriz a Eragón marcándole (en la palma, no en la frente) como jinete-dragón (pero ésta tiene forma de remolino en vez de rayo) y crece feliz y contento con su amito.

En Hobbiton habita también un antiguo jinete-dragón (pero nadie lo sabe, es secreto) que intenta pasar desapercibido por el hábil procedimiento de pasarse el día entero discutiendo con los guardias y diciéndoles lo malo que es el rey. Se llama Brom y casi seguro que se apellida Kenobi.

Los malos acaban enterándose de que Eragón tiene un dragón y no les mola nada. Así que el malo-malísimo (que habita en el Monte del Destino) piensa: "Es demasiado pronto para dedicarme yo a esto, mandaré a Malo-subdos", que es un Rey Brujo que habita en un castillo antiguo en Isengard y que a su vez piensa: "Todavía es pronto para ir yo en persona", así que invoca a unas criaturas muy feas (no sabemos si las ha creado él mezclando espectros con dementores y jawas) y las envía a buscar al Portador del dragón.

Fracasan, claro está, que para eso el Eragón es el prota. Pero matan al Tío Owen (o Tío Ben, ya no me acuerdo de cómo se llamaba, además si se lo cargan tan pronto no es importante) y arrasan la granja. Así que Eragón (tras una escena “Norolim Asfaloth, Norolim”) huye con el montaraz Brom-Trancos-Kenobi hacia el santuario de la Fuerza Rebelde donde ni siquiera el Malo-malísimo puede llegar.

Por el camino Eragón aprende los poderes Jedi (basados en palabras chungas de los elfos, sí sí, el Paolini éste ha creado un lenguaje, y luego hay estirados que se enfadan cuando lo comparan con Tolkien), matan algunos malos, nos enteramos de que el dragón no sabe echar fuego (bueno, en realidad es una dragona, como la de Shrek), se encuentran con otro mediano, con aire de “Doy muy mal rollo, pero soy bueno, a mí también me persigue el Imperio” y matan más malos.

Al final Eragón decide ir a rescatar a la elfa del principio, porque Darth Vader la tiene presa en Isengard y aunque su maestro le dice todavía no está preparado, pues él va allí de cabeza, a la trampa que le han tendido. Pese a todo consigue rescatar a la princesa y se enfrenta a Lord Voldemort. Eragón se muestra valiente y esas cosas, pero claro, el Saruman éste empieza a mover cosas con la mente y contra eso no puede.

Justo cuando esperábamos que el malo le hiciera alguna revelación espectacular tipo “yo soy tu padre” aparece Brom-Kenobi y queda malherido. Eragón llora mucho, arrastra a Brom y cuando parecía que iba a caer ante la infinidad de orcos aparecen en su rescate el Halcón, digo el dragón, perdón, la dragona y el montaraz aquél “soy bueno pero parezco chungo” y no se sabe cómo se escapan. Podría haber sido peor. Podría Eragón haber perdido una mano o algo.

Millas y millas más lejos, Brom-Gandalf muere por las heridas sufridas. Se le entierra y reparto de tesoro, la espada mágica/sable láser para Eragón, que entonces se acuerda de que todo este lío se había montado por rescatar a Leia/elfa. Resulta que el malo-subdos la ha envenenado y como en el bosque en el que se encuentran no tienen ni unas tristes athelas ni nada, tienen que correr hacia el santuario-oculto-tras-un-río-a-donde-el-malo-no-puede-llegar.

Por el camino, se encuentran oootra vez con el montaraz aquél “de verdad, de verdad, que soy bueno, pero se trata de que pienses que no”. Juntos entran en el santuario, cuyo parecido con Gondolin es pura coincidencia. La princesa es curada, el montaraz es encarcelado por tener aire chungo y resultar hijo de un malo (para que no echeis de menos el "yo soy tu padre").

Y entonces el Rey Brujo malo-subdos se polimorfiza en Drácula de Bram Stoker y lanza su ataque contra Gondolin, pero los buenos están preparados para la batalla. Eragón se pone una armadura a base de lentejuelas sobre camiseta negra que causaría verdadero furor en Zara y que demuestra a las claras que las sospechas con respecto a una relación impropia con su primo eran certeras.

Los hábiles estrategas de Gondolin deciden que es muy descortés defender los desfiladeros y las montañas, así que les dejan entrar hasta la cocina para luchar contra los malos en el terreno más abierto posible (que luego los malos siempre dicen cosas como “nos ganasteis porque estabais en las montañas”). Hay un pseudo-filosófico diálogo entre dragona y jinete del tipo “el valor no es no tener miedo” para rellenar con cosas profundas los huecos entre las hostias y las hostias.

La batalla es lo que podría esperarse: muchas flechas, mucho fuego de dragona (ya ha aprendido), montaraz que descubre que su cárcel era de cartón y logra escapar para demostrar que está con los buenos, etc. Pero nada de esto importa, que como si fuera un partido de Quidditch, aquí los únicos que luchan son Eragón y el Malo-subdos. Y como el primero tiene una dragona, el rey brujo invoca un elemental de pelusa y así con las tornas más igualadas se pegan el uno al otro un ratito.

No os voy a contar el resultado del combate por no desvelaros el final. Aunque, ¿de verdad creeis que algo de esta película iba a ser sorprendente? Sólo mencionar la escena final entre Skywalker y la princesa elfa, con intercambio de números de palantir y diálogo en plan “¿Nos volveremos a ver?” “No sé, depende de la recaudación.” No hay beso ni nada, que hay que tener cuida... podrían ser hermanos o algo.

Más información:
página web oficial de Eragón, la película
Eragón la película en IMDB

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces, ¿hay un nexo entre Eragon y ESDLA?
Gracias.

Yo misma dijo...

Aunque todos los libros de fantasía épica comparten determinados tópicos y temas, sí es cierto que ésta no es la primera crítica que acusa a Paolini (el autor de la trilogía) de "poco original", y a Fangmeier (el director de la película) de "homenajear" en demasiados planos a otras películas del género.
Aunque seguro que ésta es la crítica más irónica y divertida ;)

Anónimo dijo...

Pues claro que se parece al señor de los anillos, ambos estan escritos con letras que y estas se juntan formando palabras.¡Obvio! Pura imitacion vamos.
Ahora, esta es la obra mas calcada a star wars que vi en mi vida, y por tanto calcada de dune, y por tanto de el señor de las moscas. Desde luego Picolini, no tienes verguenza. ¡Vete para italia Cristopher Piolinni!
De echo, voy a escribir un libro yo tambien:
Ira sobre un enano que vive en un planeta todo bonito cuando de pronto su tio desaparece dejandole en herencia un CD rom con poderes especiales. Un dia llega un viejo conocido suyo que es un caballero yogurt y le dice que debe tirar el CD rom al planeta volcanico de mugrefart.

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