A modo de presentación de este nuevo experimento de mi inagotable inventiva:

Seguro que os pasa lo mismo: en mi pandi-pandi, o grupo de amigos, o compañeros de cañas o como-querais-llamarlo, no hay nadie muy normal. Aunque quizá sea por eso por lo que nos hemos juntado, y por lo que pese al tiempo y la distancia y nuestra abigarrada intrahistoria, seguimos juntos en esto de ir tirando...

Hay un filósofo, un ingeniero de minas, dos físicos y dos pedagogos. Hay una teniente de alcalde, un profesor de Tecnología, un pintor, un jardinero y uno que vende pastillas. Hay parejas con niños, Iciar tiene a Asier y Cata tiene dos Marcos Pino. Hay dos Evas, dos perros y tres se encasquillan. Hay una francesa, una de Sanse y otra de Cuenca. Nuria se ha vuelto a vivir a Málaga y Bea trabaja de programadora.
Y luego estoy yo misma, que a mis "tricicici" aún soy un ser improductivo que no hace declaración de la renta.

Reconozcámoslo, somos unos raros. Creciendo al lado de gente así... cómo ser normal? Pero yo no sólo soy rarita, sino que me considero una friki en toda regla. Así que he decidido compartir con vosotros todas mis "frikadas", que son muchas y de lo más variopinto.

¿La razón de hacerlo en un blog? Para que así podais opinar y ponerme verde. Como buena miajadeña (y os preguntareis... ¡eso es bueno o malo?), "hablá excusao" es una de las cosas que más me gusta; al menos, con una cerveza en la mano.

Y además, qué narices, una tiene que estar orgullosa de lo que es.