Los grandes clásicos de la televisión

Me encantan las series de televisión, y también toda clase de listas o rankings. En Babelia, el suplemento cultural de El País, se publicó hace unos meses un recopilatorio con las 16 mejores series de la historia de la televisión. Y basándome en ella he hecho mi propia lista con las 10 series que considero imprescindibles, esta vez no por su frikismo, sino por su calidad e innovación:

Más allá del límite (1963)
La pantalla temblequea. Una voz cavernosa anuncia: "Su televisor no está estropeado. Nosotros controlamos la transmisión"... es la presentación de una de las series más terroríficas de la historia. Virus mutantes, criaturas con seis ojos, casas malditas. Ángulos expresionistas, iluminación tenebrosa, guiones impecables e implacables. Una idea del guionista de Psicosis.


Retorno a Brideshead (1981)
Yo Claudio llegó primero, en 1977, y era estupenda, pero Retorno a Brideshead ha quedado en la memoria como la gran adaptación literaria inglesa. Cierro los ojos y recuerdo mil detalles de Brideshead. De la serie, porque cuando leí la novela me pareció, por una vez, inferior a la serie.



Los Simpson (1987)
Retomaron el concepto de Los Picapiedra (una comedia de situación dibujada) y lo amplificaron en círculos concéntricos: una familia, un barrio, una ciudad, un mundo, una saga. Los protagonistas no crecen, pero a su alrededor proliferan secundarios, personajes invitados, noticias y parodias salvajes de la actualidad.


Twin Peaks (1990)
Realmente adictiva: nos mordíamos las uñas hasta la semana siguiente. Buscábamos bares de montaña que sirvieran café recién hecho y tarta de fresas y decíamos "las lechuzas no son lo que parecen" o "pregúntale al tronco". Yo quería aprender a anudar rabos de cereza con la lengua. Tras el tremendo final nos quedó la duda: "¿acaba así?".


Frasier (1993)
Es una de las mejores comedias televisivas de finales del siglo XX: mejor dibujo de personajes, mayor cantidad de frases brillantes por minuto, un timing de cortar el hipo y unas tramas talladas en platino iridiado. Nacida como un spin-off de Cheers es la única serie en la que todos sus personajes hubieran podido generar series individuales.


El ala oeste de la Casa Blanca (1999)
No es el mundo real, sino creyentes en un futuro mejor que tratan de hacer realidad aquel Camelot que ni los Kennedy lograron conseguir bajo el lema constitucional de algunos hombres buenos luchando cada día; también para vencer sus propios demonios. Didáctica sin sermón, sólo comedia y drama.


Los Soprano (1999)
Un clásico instantáneo: guiones de hierro, interpretaciones sublimes, verdad pura, talento a espuertas. Cada episodio, un peliculón. Las últimas temporadas eran asfixiantes de dolor, de agobio, de locura, de maldad químicamente pura. Ya nos avisaron: "Eran mala gente que camina y va apestando la tierra. ¿Qué esperabais?".


A dos metros bajo tierra (2001)
El público aguantó mejor la extrema violencia moral de Los Sopranos que la muerte omnipresente de esta serie; normal: a nadie le gusta que le recuerden el final de la película. En España la emitieron a una hora pésima, y tras Las chicas Gilmore, lo que tampoco es que ayude. Aún así, sigue mereciendo la pena.


Perdidos (2004)
Otra serie que va directa a la vena, que engancha de verdad. Las primeras entregas fueron un gran slalom de enigmas, pero la tercera nos dejó rendidos de admiración. No, no contaré nada: puede que alguien aún no la haya visto, y tiene tiempo para hacerlo antes del estreno de la cuarta el 24 de Abril. Es imprescindible.


Prison Break (2005)
Prison Break trata de una fuga, pero no todo pasa entre barrotes: la acción carcelaria alterna con una trama "externa" de conspiración política. Los episodios exhalan el gozoso aroma del serial por entregas, velocísimo y con constantes giros de la trama. Después del bajón de la segunda temporada, la tercera va viento en popa.


¿Cuáles serían vuestras 10 series 10 imprescindibles?